Montréal du Gers, una de las primeras bastidas de Gascuña que conserva el carácter de las típicas ciudades nuevas de la Edad Media.
El nombre de la ciudad, Montréal (o «Montroyal»), recuerda el origen real de esta bastida fundada en 1255 por Alfonso de Poitiers.
Construida en la roca sobre un promontorio que domina el pequeño valle del Auzoue, desempeñó un papel estratégico como esclusa entre los dominios francés e inglés durante la Guerra de los Cien Años.
Montréal-du-Gers conserva un rico patrimonio de su pasado: murallas fortificadas, una puerta ojival de acceso a la ciudad, casas con entramado de madera, una plaza rodeada de sólidas arcadas de piedra y estrechos pasadizos que dan servicio a los distintos islotes de la bastida.
La bastida de Montréal-du-Gers es una de las más antiguas de Francia.